Orando

EL CORAZÓN ORANDO
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Gracias
por el café servido
por la oportuna copa que arrasa a la nostalgia
por el color a poesía en la mirada
por la precipitad del trigo para que nazca el pan
por el sabor a sueños en la almohada.

Gracias
por la llovizna
sobre el tierno rosal en cada aurora
y gracias, Alma mía, por el alma
y gracias, Vida mía, por la vida.

Si hay pez para mañana
y vino
y tropicales frutas en la mesa
gracias te doy
porque a mi boca
entregas el manjar de tu prodigio.

Y si tan sólo migas
y restos de pasadas cenas
sobre el mantel tuviéramos,
gracias te digo, Amor,
porque todo lo das
generoso, abundante,
repleto de alegría.

Gracias
porque, gracias a ellos, los animales
permanezco con vida ..

Hola Arcángel, mucho les debemos a nuestros amigos, los animales. Nos salvan de muchos peligros.
Un bello poema, amigo.
Un abrazo