Engáñese la gente.

Gira y gira este mundo,
en un segundo pasa la vida,
corrompida con envidia ilógica
y ardor en lo profundo.
Astuta ilusión,
activa tentación viva
por pura constancia,
mentira o rumor
con demasiada importancia.
Sólo tengo un momento,
creer en un sueño roto,
la sensación de mirarte
o perderme en un arrebato.
La mente que sigue tibia
si corazón roza lo absurdo,
la música en otra parte,
ese paseo que alivia
o duele y quedas dormido.
Mirar siempre adelante,
escribir para olvidarme
y debatir cual sería mi rumbo,
saber que se quiere y puedo.
Romper las cadenas,
la pena que ahoga las ganas,
las maneras de conseguir
alcanzar la cima que nos condena,
rotundo esfuerzo efímero
que anhelamos con el viento.
Que nos encerramos,
pero siempre hay salida,
la misma que nos ayuda
mostrándose cuando menos lo esperamos.