Para creer en el amor.

 

 

 

 El amor no necesita de florituras.

Es mortal aventura, un beso sincero,

es la pascua del alma, cuando estás en mi cama.

Aunque parezca vetusto, si estás en mi corazón…

Yo, no te guardo para otra ocasión,

sino por lo que dure la vida mía.

Amándote con dulzura, más siempre con cordura,

cuando el amor es solo locura,…

Podemos acabar en el hospicio

¡Un ramo de flores no es suficiente!

Cuando tengo tu mirada transparente.

Dándome esperanzas al creer que existe el amor

Saludándome esta triste confusión.

Esta duda que corroe, siempre caminando

con temores; cobardes…, siempre señalándome.

¡Yo misma con el dedo! ¡Cobarde, eres una cobarde!

Dime, cómo fue posible que estando tan lejos

Te sienta más cerca; por Dios

Será pecado atroz, seré alma perdida.

Dímelo por favor, adoro tu amble educación.

Nunca has faltado el respeto a esta humilde mujer

Hombre que honra a los suyos, cuidándolos con orgullo

Y mucho honor, tus hijos te veneran y tu dueña

Siempre te espera, con comidas deliciosas.

Cuidándote con amor y gratitud, ya no existen hombres así.

Siempre me emociono pensándote, cuidando de los tuyos con amor.

Bendigo esa alma tan pura, ese corazón delicado, pero fuerte.

Más esos ojos que se apagan como los míos.

Si hasta eso hemos tenido en común, cuanto, cuanto amo tu bello corazón, que fundía al mismo acero; con orgullo de obrero noble.

Ya no tengo marcha atrás, pues conmigo siempre estás

Condenada a mirar hacia el sur, cada noche cuento

Miles de estrellas, pero ninguna de ellas es como la Cruz del Sur.

Solo veo a la Polar, apuntándome el norte y yo quiero

Marchar hacia tu sur y abrazarte con amor, aunque sea

Un solo minuto, darte las gracias por ser tú.

Gracias eternas te doy, escribo esto con lágrimas

Lágrimas de puro amor y temblorosas mis manos te van acariciando

Con delicado cuidado de no dañar tu piel

Algún día será, cuando cruce el umbral y te vea llegar.

Dándome la bienvenida, uncidos de alegrías, sin remordimientos.

Pues no dañaremos a nadie, pues eso es sagrado.

No se forja un amor destruyendo otro, eso es vergonzoso.

Pero ambos tenemos principios y alta moral.

Ven a mi encuentro cuando sea el momento

Luciré flores en el pelo y quizás por alguna extraña razón

De mi espalda broten alas, te lo dice Noemí.

La que siempre te ama.

Nora Noemí Zeliz Pirillo

©Noemí_Alas

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09-may-2012