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20 poemas de amor Siguiendo a Neruda
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20 poemas de amor Siguiendo a Neruda
Poema 4
Es el poema colmado de tempestades
en la raiz del árbol pleno.
Como hormigas se ven los penitentes de la cruz
en el cerro de los milagros anuales.
Infinita alma del árbol generoso
viviendo en la corteza de nuestros corazones.
Amando entre aullidos del viento, hermosos y divinos
como un coro de guerreros alegres.
Viento que roba hojas secas y las arrastra
y arranca los nidos de las copas del árbol.
Viento que todo lo lleva,
enemigo invisible, y bandido al acecho.
Pero no separa la cantidad de besos
que te entrega el viejo poeta.
Poema 5
Para que tu sepas
mis poemas
lloran a veces
como avecillas fuera del nido.
Poema, canción eterna
para tu alma pura como agua del estero.
Y veo sin verbo mi poema.
Pero es tuyo.
Y trepan lejanías en mi alma.
Y trepan por invisibles paredes.
Eres tu mujer, la causa de mi poema.
El poema asoma de los deseos escondidos.
Tu eres la causa, la causa eres tu.
Antes que tu llegaras la soledad me envolvía,
Quizás esté acostumbrado a la soledad melancólica.
Hoy, mi alma te dice todo lo que tu quieras
para que sepas como ama el poeta del sur del mundo.
Las ansias de tenerte cerca provoca mi poema.
Sueños oníricos asoman en las noches de soledad
y sienten las voces de almas doloridas.
Lágrimas de ojos secos, dolores de calvarios.
Quiéreme mujer, jamás me dejes solo.
Protégeme, mujer, en esta tempestad de soledades.
Y mi poema se cubre de sangre, pero sangre de amor.
Tu eres la causa, la causa eres tu.
De mis poemas hago una pulsera infinita
para cubrir la hermosa piel de tus ansiedades.
Poema 6
Conocí tu alma en el foro del amor.
Eras la espiga dorada en trigal generoso.
En tu poema ardían las palabras nocturnas
y el poema caía gentil, sencillo, amoroso.
Besando tus labios como enloquecido,
los suspiros alcanzaban tu poema grandioso.
Crisol ardiente en mi alma crecía.
Dulzura extrema, panal maravilloso.
Siento tus labios y es lejano el amor:
Espiga dorada, voz sublime y corazón luminoso
hacia donde tu estás, llega mi poema sencillo
y asoman mis besos, a veces, temerosos.
Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.
Trigal colorido. Paisaje desde la montaña.
Tu alma es generosa, pura, arado laborioso.
Más allá de tu alma florecen los jacintos
y en el jardín del amor asoma arco iris luminoso.
Germán
Es el poema colmado de tempestades
en la raiz del árbol pleno.
Como hormigas se ven los penitentes de la cruz
en el cerro de los milagros anuales.
Infinita alma del árbol generoso
viviendo en la corteza de nuestros corazones.
Amando entre aullidos del viento, hermosos y divinos
como un coro de guerreros alegres.
Viento que roba hojas secas y las arrastra
y arranca los nidos de las copas del árbol.
Viento que todo lo lleva,
enemigo invisible, y bandido al acecho.
Pero no separa la cantidad de besos
que te entrega el viejo poeta.
Poema 5
Para que tu sepas
mis poemas
lloran a veces
como avecillas fuera del nido.
Poema, canción eterna
para tu alma pura como agua del estero.
Y veo sin verbo mi poema.
Pero es tuyo.
Y trepan lejanías en mi alma.
Y trepan por invisibles paredes.
Eres tu mujer, la causa de mi poema.
El poema asoma de los deseos escondidos.
Tu eres la causa, la causa eres tu.
Antes que tu llegaras la soledad me envolvía,
Quizás esté acostumbrado a la soledad melancólica.
Hoy, mi alma te dice todo lo que tu quieras
para que sepas como ama el poeta del sur del mundo.
Las ansias de tenerte cerca provoca mi poema.
Sueños oníricos asoman en las noches de soledad
y sienten las voces de almas doloridas.
Lágrimas de ojos secos, dolores de calvarios.
Quiéreme mujer, jamás me dejes solo.
Protégeme, mujer, en esta tempestad de soledades.
Y mi poema se cubre de sangre, pero sangre de amor.
Tu eres la causa, la causa eres tu.
De mis poemas hago una pulsera infinita
para cubrir la hermosa piel de tus ansiedades.
Poema 6
Conocí tu alma en el foro del amor.
Eras la espiga dorada en trigal generoso.
En tu poema ardían las palabras nocturnas
y el poema caía gentil, sencillo, amoroso.
Besando tus labios como enloquecido,
los suspiros alcanzaban tu poema grandioso.
Crisol ardiente en mi alma crecía.
Dulzura extrema, panal maravilloso.
Siento tus labios y es lejano el amor:
Espiga dorada, voz sublime y corazón luminoso
hacia donde tu estás, llega mi poema sencillo
y asoman mis besos, a veces, temerosos.
Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.
Trigal colorido. Paisaje desde la montaña.
Tu alma es generosa, pura, arado laborioso.
Más allá de tu alma florecen los jacintos
y en el jardín del amor asoma arco iris luminoso.
Germán
German1- Forero Constante
- Mensajes : 1464
Fecha de inscripción : 08/08/2012
Edad : 84
Localización : CHILE
Re: 20 poemas de amor Siguiendo a Neruda
Hermosas letras mi querido Germán , siguiendo a Pablo Neruda.He disfrutado leyéndote.
Gracias
Gracias
CECILIA CODINA MASACHS- Moderador
- Mensajes : 8058
Fecha de inscripción : 17/08/2012
Edad : 73
Localización : Valencia-España
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