Lluvia en el alma.

por **German1** Vie Jun 06, 2014 10:15 pm

Lluvia en el alma

Desolada, triste y pensativa
la húmeda estación espera:
se oculta el sol para herirla,
y tiembla la lejanía del amado.
Enojado el trueno
deja su grito desgarrado:
y las aves en los árboles
dejan de cantar.
Lloran las gotas caídas de los cielos
es el brillo de sus ojos;
inunda el paisaje desolado,
miran a través del tiempo, amando.
Su rostro palidece en soledad,
y blanquean sus labios rojos;
huyen de ella las caricias inclementes
en suavidades oscuras.
¿Como la miramos?
¿Acaso no la vemos?
Y mi dolor llega a ella
en el poema de un amor vedado,
¿Será ese el dolor que la aqueja?
Te cuidaré amada mujer
por que siento tu dolor;
¿Quién hizo semejante daño
a semejante beldad?
Piensa y llora, llora como la lluvia
que es tu fiel confidente:
mujer es una pena tu quebranto,
mi alma se reciente
cuando plasmo tu soledad.

Germán
Derechos en propiedad

Un mundo esperabas

De mi esperabas un mundo
Más era reducido, debil, afligido
_De mi esperabas un mundo_
Quise dártelo envuelto en papel
De seda, coma la piel que un día
Tuvieran mis manos, mi cuello, mí rostro

Mi vientre fértil y honroso
Pero los años pasan furiosos
No dejan tregua ni decencias
Van empujando la vida y vacía
Tuve yo una vida sana y sencilla
Donde la misma ciencia nada sabe.

De mí esperabas un mundo, te diera
Gota a gota te lo iba dando
Quizás algún Hado simple confundió
Las palabras sagradas, las que se dicen
Dulcemente los enamorados
Quizás entendió miedo, con rechazo.

Dolor y soledad, lejania con espanto.

Como decirte que te amo si ya no lo crees
Si prefieres los cantos de sirenas
Cuando no están en mi piel, ni saben
De mis problemas. El amor no se mide
Al gramo, ni por poema publicado
Hay que saber estar al lado de quien sufre.

Hay cosas que no piden permiso
No conocen educación ni respeto
Se llama enfermedad y nadie la pide
Llega sola y sin convite, te destruye
Te alcanza como rayo y te anula
En el mismo pensamiento dejándote.

Mucho miedo, ese que confunden.

Los que somatizan sus miedos internos
Con salir huyendo, cuando estamos solo
Pidiendo consejo, algo de experiencia
De esa gran humana conciencia del respeto
Que se da por el gran poeta de palabra cierta
Y que pena que no entienda, al miedo.

Nora Noemí Zeliz Pirillo
©Noemí_Alas