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ORIENTE CLANDESTINO
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ORIENTE CLANDESTINO
ORIENTE
CLANDESTINO
Vivía en un
solaz seguro de África rodeada de
la rural belleza salvaje de Marruecos.
Allí había
nacido. Recibió la educación primaria en la escuela de la Comunidad. Luego
viajó a Inglaterra, junto a otras jóvenes, bajo la supervisión de una tutora
enviada por el Consejo. Se recibió de médica. Era un ejemplo para las mujeres
de la tribu que admiraban su decisión templada en el seno de una familia
tradicional, y su carácter firme como
las palmeras que sabían de sus ensueños
de joven virgen plena de vitalidad.
Su casta, de los Imazigen, tiene una organización social, tribal y patriarcal, con un Anciano que rige los
destinos de la tribu, y un Consejo local, que refrenda las decisiones. Se dice
que la Comunidad, llamada
el “ Yamá'as”, es quien aplica las leyes.
Pertenecía a la
etnia Ghomara y como toda joven berberisca tenía más libertad que la árabe. Se podría decir
que fueron las horas libres las causantes del desatino. De la imperdonable
equivocación. Su belleza singular resaltaba entre las jóvenes. Se distinguían
sus ojos negros profundos como los secretos que los seres mágicos conjurados
por las ancianas y sabias mujeres de la raza, guardaban para ella, en
las noches de plenilunio. Cuando ellas la
veían, escondían su cara entre
los mantos que cubren sus cabezas. Las ancianas sabían leer el futuro. Sin
embargo, el viento cálido llevaba tras de sí en
el silencio, las conjeturas que guardaban con la prudencia que dan los
años. La concepción del tiempo allí no
se parece en nada a lo que nosotros conocemos.
El tiempo allí no es oro, es período. No vale nada y a su vez es lo más
meritorio porque a veces es lo único que se disfruta. No existe ese pensamiento de que el tiempo no
utilizado en algo “rentable”: es tiempo perdido. Muchas veces es tiempo ganado para
sobrevivir. Y tenía mucho tiempo libre. Se unió al más conocido Organismo
Internacional para efectuar la vacunación.
Más de medio millón de niños
y niñas menores de cinco años
fueron inmunizados contra el
sarampión y la poliomielitis durante la primera fase de la campaña de
profilaxis de niños vulnerables, en la República.
La campaña alcanzó
a tantos niños y niñas porque los
equipos de movilización social, a través de su coordinación, difundieron la información acerca de la vacuna gratuita.
Esas labores revistieron
particular importancia en toda la zona,
donde la mayor parte de la población es y sigue siendo nómada, y no estaría al
tanto de la campaña, de no mediar el trabajo de su equipo. Ella precisaba la información
mediante programas radiales, carteles y oriflamas. También propagaba el mensaje por medio de altavoces instalados
en automóviles y realizando visitas domiciliarias individuales. Fue una de las
muchas residentes de Kibera, el tugurio urbano más grande que colaboró con la
misma. Recorrió los accidentados caminos y senderos gritando: -- "¡Vengan
hoy mismo a vacunar a sus hijos!". Y allí lo vio al árabe. Sentado frente
a su almacén. Como esperándola...
Zarina Issheni, de Marruecos,
era respetada por su condición y por su alto nivel intelectual. Así la llamaban
por su porte de princesa. Ejercía la medicina y participaba en los Congresos,
pero su identidad siempre se vio agredida y menospreciada por los árabes. Esto
es el motivo que me lleva a pensar, si fue un ataque de locura, de lujuria o si
un diablo participó para que
realizara el acto que marcaría su
Destino.
Es mejor recordar que en la actualidad el Oeste de
África, sobre todo y con mayor gravedad en esta República, la cuestión de la
identidad es la que se presenta del modo
más apremiante y atormentado.
El Magreb es sin duda, uno
de los inconvenientes a los que el mundo se enfrenta con mayor efervescencia.
Por esto, la cuestión trataré de
abordarla con gran serenidad y recurriendo
a los datos históricos, sociológicos y lingüísticos que conozco.
Es difícil comprender esta
reacción.
La tirantez
entre las distintas etnias ha sido una de las principales fuentes de conflictos
en el país. A comienzos de los años 1990, disturbios interétnicos indujeron la
muerte de miles de personas y dejaron a decenas de miles sin hogar.
En el año 1999,
precisamente, ocurrió este encuentro no previsto.
Esto es lo que
sé.
El Magreb
proyecta hacia el mundo su condición árabe. Por su lado, lo berebere,
eminentemente rural y con reminiscencias ancestrales, se desmorona ante la
evolución de unas sociedades que se orientan en direcciones que niegan o
desprecian sus valores. Casi se podría decir que no existe. Mientras que lo
árabe se asocia a lo nacional y a lo oficial, la intelectualidad berebere es
vigilada como enemiga del Estado y potencial germen disociador del presunto
bloque histórico y político de la región, y por tanto es una “intelectualidad
controlada”, y bajo sospecha perpetua de
posible felonía a los intereses del Estado.
Lo árabe, está
normalmente vinculado a las ciudades y a los poderes establecidos tras las
independencias formales.
Les diré
que el idioma es el Swahili e inglés.
Los berebere o
imazighen, herederos de una lengua antiquísima, y de una cultura milenaria, son presentados
muchas veces como las víctimas históricas de la agresividad del Islam.
El irredentismo
berebere, ya sea moderado o radical, despierta fácilmente simpatías en
determinados medios sensibles a las cuestiones nacionales no resueltas, y con
frecuencia es utilizado como arma política en debates y contextos.
Acaso, me pregunto,
Zarina, no lo sabía... La cultura de Marruecos es muy diversa, dadas las
enormes diferencias entre los distintos grupos étnicos que conviven en el país.
La influencia de la colonización británica se manifestó sobre todo en el uso
extendido de la lengua inglesa en los ámbitos tanto comercial como cultural. La
mayor parte de la literatura está escrita en inglés, si bien algunos autores,
como Rocha Cimera han hecho del Swahili su lengua literaria. Pero no. Ella
ignoró lo que debía defender.
De sus ancestros
recibió la sapiencia que se convivía con
dos lenguas: la primera integrada por: “ árabe” y “berebere”. La
segunda, el inglés.
Distinguía las diferentes sabidurías que representan y poseen cada una
de ellas, con sus distintas normas. Mientras que el árabe goza del carácter de
lengua cuasi-oficial de los Estados de
la zona, el berebere es relegado
habitualmente a la marginalidad, y cualquier intento por revitalizarse ocurre
de modo casi clandestino. Esta dualidad es explicada en términos de supremacía:
los beréberes autóctonos son respetados,
a veces, como un género de
vestigio del pasado preislámico de la región en trance de esfumarse ante
la superioridad y ascendiente, en todos
los terrenos de lo árabe. Zarina lo obvió.
Fue verlo, y
preguntar a su auxiliar más cercano, cuál era su nombre.
Le contestaron:
Jalil. Y ella se acercó para verlo de cerca, con la excusa de preguntar si
tenía niños para vacunar. Habló en inglés. Él respondió también en inglés que
no. Y la invitó a entrar a su comercio. Lo hizo, seguida por su colaboradora
que miraba los productos de la tienda como buscando algo especial... La joven
Zarina, de sólo treinta y tres años, conocedora de la lengua árabe, comenzó a
dialogar con el muchacho en Magreb. Su
asistente la miraba atónita._ ¡¡No podía hablar en árabe con un
desconocido!!-pensó.
Al regresar al
hospital la enfermera fue con un Representante del Consejo, y contó los hechos
que había presenciado. La buscaron por
días y meses, y nunca la hallaron.
Sé que viajaron
clandestinamente a España, escapando como dos perseguidos en un barco pesquero,
cuyo dueño, un marroquí, les dio espacio
en su bodega, por una cantidad de miles
de dólares.
Desembarcaron
sigilosamente, en la noche, en el puerto de Algeciras. Uno de los puertos del
Estrecho, que por su ubicación
estratégica entre el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo, tienen un intenso
movimiento de mercancías y de pasajeros. El Estrecho de Gibraltar es una de las
rutas marítimas más transitadas del mundo. Nadie presta mucha atención a los
barcos pesqueros. Distinto ocurre en la
terminal de ferry que salen hacia Tánger en el Puerto de Tarifa que posee muelles para
pesca y pasajeros. Allí si es más cuidadosa la Aduana, porque está muy
cerca del centro de la ciudad, y dispone de instalaciones como son una fábrica
de hielo, y locales de armadores y casetas para industrias de pesca, donde los
contrabandistas hacen de las suyas.
Comenzó a llover
y sus ropas se mojaron. Escaso era el equipaje de los fugitivos. Sólo tuvieron
tiempo de levantar cada cual todos los objetos de valor que le pertenecían. El
muchacho tenía en su bolsa dinero que fue ahorrando porque siempre quiso salir
de esa constreñida realidad que lo asfixiaba. Además traía cinco preciadas alfombras que trasladaba con suma
delicadeza, y de las que era dueño absoluto. Estaban cuidadosamente embaladas.
Estaban juntos por amor. Sin embargo, ambos buscaban más libertad. Las dos
causales cerraron el estrecho lazo que
los anudaba cada vez más fuerte. Se
refugiaron en una pocilga frente a la estación de trenes.
Estuvieron no
más de quince días mientras tramitaban los papeles y documentos para llegar
a Argentina. Viajaron en avión, y a ella le afectó el
cambio climático.
Una bronquitis
fue la primera enfermedad que soportó en la nueva tierra.
Se instalaron en
Rosario, una de las más hermosas ciudades de la provincia de Santa Fe. En el
campo, el joven buscó a sus paisanos que sabían de su llegada. Era astuto como todo árabe. Y había
hablado por teléfono para que le dieran trabajo y alojamiento.
Eran sus primos
y no sólo los ayudaron sino que les hicieron regalos y hasta una fiesta. Le
dieron una casa amplia, luminosa y de
paredes encaladas para que vivieran, que
parecía estar preparada para ellos, sin
ningún costo. Así se acostumbra en la comunidad.
Mayor fue la
alegría de todos sus parientes cuando
decidieron casarse, y en la casa de su tío les prepararon el agasajo. Un día de
agosto se celebraron las nupcias. En sus
grandes ojos negros siempre anidaba la tristeza, a pesar de estar con su gran amor. El aire se contagiaba de esa
nostalgia que la envolvía.
Pasaron en esa
localidad casi dos años, y al estar ella encinta de su segundo hijo decidieron comprar una residencia en un barrio cerrado, en la Capital Federal.
Privado y seguro. Para allí partieron luego de una larga
despedida de sus parientes que les regalaron dinero, joyas y ropas de muy buena
calidad.
En “LOS
PINARES” residían desde hace más de
once años. Es un chalecito hermoso en el barrio. Rodeado de vecinos ocupados en
sus cosas que no preguntan nada a nadie. Todos de perfil bajo.
Compartíamos el
ámbito colindante a la derecha de mi casa. Conozco la historia por ella. El
jueves próximo pasado vino a conversar un rato, acompañada de dos de sus niños, resaltaban con su piel cetrina y los ojos muy grandes. Muy bonitos, como ella.
Me sorprendí al verlos en el porche.
Me habló con un español dificultoso. Miré sus ojos oscuros como si estuviera imbuidos
de una tristeza soñadora, y la hice
pasar a la sala. Conversamos de temas sin importancia, que no recuerdo...
Me entregó un
sobre de seda en el que resaltaba un
tulipán bordado. Me pidió que lo escondiera, y si le pasaba algo a ella, lo
destruyera inmediatamente. Se levantó una brisa húmeda y fría que me caló los
huesos. La invité a tomar un café. No accedió, adujo estar muy apurada. La
noté reservada y seria.
En un primer
momento consideré no acceder el pedido. Pero me rogó tanto...
Se hacía llamar
Juana. Su marido respondía al nombre de Juan, y creo que se dedicaba a la
industria textil... Acá, en el country, es común no indagar demasiado.
Hoy apareció
en el periódico la noticia. Fueron encontrados decapitados, y los cinco
niños, de entre dos a ocho años están desaparecidos. Es necesario que les
cuente que de los niños, los investigadores y los peritos, no sabían nada. La mucama de los Santamarino, se los dijo.
Ellos buscaron
nuevos testimonios entre los residentes del “ Loa Pinares” y en el personal de servicio.
A nosotros nos
visitaron dos agentes de policía, primero hablaron con mi esposo y luego
conmigo. Como a todos los vecinos, la conversación fue individual y tuve que corroborar que los
había visto, alguna vez...
Decidimos con mi
familia que no podemos negar lo que hemos advertido. Sin embargo esa es toda la
información que daremos. No sabemos de ellos nada más.
Los
investigadores nos refutan que no creen que allí vivieran niños. No hay una
pista ni el más mínimo detalle de que
hayan estado. Ni juguetes, ni ropa, ni comida especial, ni nada...
De nuevo la
brisa se levantó entre los pinos y me ha dado un escalofrío. Acabo de encender
el hogar.
Hoy, 15 de
agosto, arrimé leños y los encendí. Estoy quemando los papeles que he leído, y
el sobre de seda con el tulipán bordado, que exhala un aroma a incienso al
quemarse... Si en algo no he sido del todo fiel al contar esta historia, sepan
que estoy muy conmovida y puedo haber confundido lugares y fechas. Sigo sintiendo
frío. Voy a poner más leña al hogar.
Éste es un
secreto que va consumiendo el fuego y se
desvanece entre las chispas._
AMALIA
CLANDESTINO
Vivía en un
solaz seguro de África rodeada de
la rural belleza salvaje de Marruecos.
Allí había
nacido. Recibió la educación primaria en la escuela de la Comunidad. Luego
viajó a Inglaterra, junto a otras jóvenes, bajo la supervisión de una tutora
enviada por el Consejo. Se recibió de médica. Era un ejemplo para las mujeres
de la tribu que admiraban su decisión templada en el seno de una familia
tradicional, y su carácter firme como
las palmeras que sabían de sus ensueños
de joven virgen plena de vitalidad.
Su casta, de los Imazigen, tiene una organización social, tribal y patriarcal, con un Anciano que rige los
destinos de la tribu, y un Consejo local, que refrenda las decisiones. Se dice
que la Comunidad, llamada
el “ Yamá'as”, es quien aplica las leyes.
Pertenecía a la
etnia Ghomara y como toda joven berberisca tenía más libertad que la árabe. Se podría decir
que fueron las horas libres las causantes del desatino. De la imperdonable
equivocación. Su belleza singular resaltaba entre las jóvenes. Se distinguían
sus ojos negros profundos como los secretos que los seres mágicos conjurados
por las ancianas y sabias mujeres de la raza, guardaban para ella, en
las noches de plenilunio. Cuando ellas la
veían, escondían su cara entre
los mantos que cubren sus cabezas. Las ancianas sabían leer el futuro. Sin
embargo, el viento cálido llevaba tras de sí en
el silencio, las conjeturas que guardaban con la prudencia que dan los
años. La concepción del tiempo allí no
se parece en nada a lo que nosotros conocemos.
El tiempo allí no es oro, es período. No vale nada y a su vez es lo más
meritorio porque a veces es lo único que se disfruta. No existe ese pensamiento de que el tiempo no
utilizado en algo “rentable”: es tiempo perdido. Muchas veces es tiempo ganado para
sobrevivir. Y tenía mucho tiempo libre. Se unió al más conocido Organismo
Internacional para efectuar la vacunación.
Más de medio millón de niños
y niñas menores de cinco años
fueron inmunizados contra el
sarampión y la poliomielitis durante la primera fase de la campaña de
profilaxis de niños vulnerables, en la República.
La campaña alcanzó
a tantos niños y niñas porque los
equipos de movilización social, a través de su coordinación, difundieron la información acerca de la vacuna gratuita.
Esas labores revistieron
particular importancia en toda la zona,
donde la mayor parte de la población es y sigue siendo nómada, y no estaría al
tanto de la campaña, de no mediar el trabajo de su equipo. Ella precisaba la información
mediante programas radiales, carteles y oriflamas. También propagaba el mensaje por medio de altavoces instalados
en automóviles y realizando visitas domiciliarias individuales. Fue una de las
muchas residentes de Kibera, el tugurio urbano más grande que colaboró con la
misma. Recorrió los accidentados caminos y senderos gritando: -- "¡Vengan
hoy mismo a vacunar a sus hijos!". Y allí lo vio al árabe. Sentado frente
a su almacén. Como esperándola...
Zarina Issheni, de Marruecos,
era respetada por su condición y por su alto nivel intelectual. Así la llamaban
por su porte de princesa. Ejercía la medicina y participaba en los Congresos,
pero su identidad siempre se vio agredida y menospreciada por los árabes. Esto
es el motivo que me lleva a pensar, si fue un ataque de locura, de lujuria o si
un diablo participó para que
realizara el acto que marcaría su
Destino.
Es mejor recordar que en la actualidad el Oeste de
África, sobre todo y con mayor gravedad en esta República, la cuestión de la
identidad es la que se presenta del modo
más apremiante y atormentado.
El Magreb es sin duda, uno
de los inconvenientes a los que el mundo se enfrenta con mayor efervescencia.
Por esto, la cuestión trataré de
abordarla con gran serenidad y recurriendo
a los datos históricos, sociológicos y lingüísticos que conozco.
Es difícil comprender esta
reacción.
La tirantez
entre las distintas etnias ha sido una de las principales fuentes de conflictos
en el país. A comienzos de los años 1990, disturbios interétnicos indujeron la
muerte de miles de personas y dejaron a decenas de miles sin hogar.
En el año 1999,
precisamente, ocurrió este encuentro no previsto.
Esto es lo que
sé.
El Magreb
proyecta hacia el mundo su condición árabe. Por su lado, lo berebere,
eminentemente rural y con reminiscencias ancestrales, se desmorona ante la
evolución de unas sociedades que se orientan en direcciones que niegan o
desprecian sus valores. Casi se podría decir que no existe. Mientras que lo
árabe se asocia a lo nacional y a lo oficial, la intelectualidad berebere es
vigilada como enemiga del Estado y potencial germen disociador del presunto
bloque histórico y político de la región, y por tanto es una “intelectualidad
controlada”, y bajo sospecha perpetua de
posible felonía a los intereses del Estado.
Lo árabe, está
normalmente vinculado a las ciudades y a los poderes establecidos tras las
independencias formales.
Les diré
que el idioma es el Swahili e inglés.
Los berebere o
imazighen, herederos de una lengua antiquísima, y de una cultura milenaria, son presentados
muchas veces como las víctimas históricas de la agresividad del Islam.
El irredentismo
berebere, ya sea moderado o radical, despierta fácilmente simpatías en
determinados medios sensibles a las cuestiones nacionales no resueltas, y con
frecuencia es utilizado como arma política en debates y contextos.
Acaso, me pregunto,
Zarina, no lo sabía... La cultura de Marruecos es muy diversa, dadas las
enormes diferencias entre los distintos grupos étnicos que conviven en el país.
La influencia de la colonización británica se manifestó sobre todo en el uso
extendido de la lengua inglesa en los ámbitos tanto comercial como cultural. La
mayor parte de la literatura está escrita en inglés, si bien algunos autores,
como Rocha Cimera han hecho del Swahili su lengua literaria. Pero no. Ella
ignoró lo que debía defender.
De sus ancestros
recibió la sapiencia que se convivía con
dos lenguas: la primera integrada por: “ árabe” y “berebere”. La
segunda, el inglés.
Distinguía las diferentes sabidurías que representan y poseen cada una
de ellas, con sus distintas normas. Mientras que el árabe goza del carácter de
lengua cuasi-oficial de los Estados de
la zona, el berebere es relegado
habitualmente a la marginalidad, y cualquier intento por revitalizarse ocurre
de modo casi clandestino. Esta dualidad es explicada en términos de supremacía:
los beréberes autóctonos son respetados,
a veces, como un género de
vestigio del pasado preislámico de la región en trance de esfumarse ante
la superioridad y ascendiente, en todos
los terrenos de lo árabe. Zarina lo obvió.
Fue verlo, y
preguntar a su auxiliar más cercano, cuál era su nombre.
Le contestaron:
Jalil. Y ella se acercó para verlo de cerca, con la excusa de preguntar si
tenía niños para vacunar. Habló en inglés. Él respondió también en inglés que
no. Y la invitó a entrar a su comercio. Lo hizo, seguida por su colaboradora
que miraba los productos de la tienda como buscando algo especial... La joven
Zarina, de sólo treinta y tres años, conocedora de la lengua árabe, comenzó a
dialogar con el muchacho en Magreb. Su
asistente la miraba atónita._ ¡¡No podía hablar en árabe con un
desconocido!!-pensó.
Al regresar al
hospital la enfermera fue con un Representante del Consejo, y contó los hechos
que había presenciado. La buscaron por
días y meses, y nunca la hallaron.
Sé que viajaron
clandestinamente a España, escapando como dos perseguidos en un barco pesquero,
cuyo dueño, un marroquí, les dio espacio
en su bodega, por una cantidad de miles
de dólares.
Desembarcaron
sigilosamente, en la noche, en el puerto de Algeciras. Uno de los puertos del
Estrecho, que por su ubicación
estratégica entre el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo, tienen un intenso
movimiento de mercancías y de pasajeros. El Estrecho de Gibraltar es una de las
rutas marítimas más transitadas del mundo. Nadie presta mucha atención a los
barcos pesqueros. Distinto ocurre en la
terminal de ferry que salen hacia Tánger en el Puerto de Tarifa que posee muelles para
pesca y pasajeros. Allí si es más cuidadosa la Aduana, porque está muy
cerca del centro de la ciudad, y dispone de instalaciones como son una fábrica
de hielo, y locales de armadores y casetas para industrias de pesca, donde los
contrabandistas hacen de las suyas.
Comenzó a llover
y sus ropas se mojaron. Escaso era el equipaje de los fugitivos. Sólo tuvieron
tiempo de levantar cada cual todos los objetos de valor que le pertenecían. El
muchacho tenía en su bolsa dinero que fue ahorrando porque siempre quiso salir
de esa constreñida realidad que lo asfixiaba. Además traía cinco preciadas alfombras que trasladaba con suma
delicadeza, y de las que era dueño absoluto. Estaban cuidadosamente embaladas.
Estaban juntos por amor. Sin embargo, ambos buscaban más libertad. Las dos
causales cerraron el estrecho lazo que
los anudaba cada vez más fuerte. Se
refugiaron en una pocilga frente a la estación de trenes.
Estuvieron no
más de quince días mientras tramitaban los papeles y documentos para llegar
a Argentina. Viajaron en avión, y a ella le afectó el
cambio climático.
Una bronquitis
fue la primera enfermedad que soportó en la nueva tierra.
Se instalaron en
Rosario, una de las más hermosas ciudades de la provincia de Santa Fe. En el
campo, el joven buscó a sus paisanos que sabían de su llegada. Era astuto como todo árabe. Y había
hablado por teléfono para que le dieran trabajo y alojamiento.
Eran sus primos
y no sólo los ayudaron sino que les hicieron regalos y hasta una fiesta. Le
dieron una casa amplia, luminosa y de
paredes encaladas para que vivieran, que
parecía estar preparada para ellos, sin
ningún costo. Así se acostumbra en la comunidad.
Mayor fue la
alegría de todos sus parientes cuando
decidieron casarse, y en la casa de su tío les prepararon el agasajo. Un día de
agosto se celebraron las nupcias. En sus
grandes ojos negros siempre anidaba la tristeza, a pesar de estar con su gran amor. El aire se contagiaba de esa
nostalgia que la envolvía.
Pasaron en esa
localidad casi dos años, y al estar ella encinta de su segundo hijo decidieron comprar una residencia en un barrio cerrado, en la Capital Federal.
Privado y seguro. Para allí partieron luego de una larga
despedida de sus parientes que les regalaron dinero, joyas y ropas de muy buena
calidad.
En “LOS
PINARES” residían desde hace más de
once años. Es un chalecito hermoso en el barrio. Rodeado de vecinos ocupados en
sus cosas que no preguntan nada a nadie. Todos de perfil bajo.
Compartíamos el
ámbito colindante a la derecha de mi casa. Conozco la historia por ella. El
jueves próximo pasado vino a conversar un rato, acompañada de dos de sus niños, resaltaban con su piel cetrina y los ojos muy grandes. Muy bonitos, como ella.
Me sorprendí al verlos en el porche.
Me habló con un español dificultoso. Miré sus ojos oscuros como si estuviera imbuidos
de una tristeza soñadora, y la hice
pasar a la sala. Conversamos de temas sin importancia, que no recuerdo...
Me entregó un
sobre de seda en el que resaltaba un
tulipán bordado. Me pidió que lo escondiera, y si le pasaba algo a ella, lo
destruyera inmediatamente. Se levantó una brisa húmeda y fría que me caló los
huesos. La invité a tomar un café. No accedió, adujo estar muy apurada. La
noté reservada y seria.
En un primer
momento consideré no acceder el pedido. Pero me rogó tanto...
Se hacía llamar
Juana. Su marido respondía al nombre de Juan, y creo que se dedicaba a la
industria textil... Acá, en el country, es común no indagar demasiado.
Hoy apareció
en el periódico la noticia. Fueron encontrados decapitados, y los cinco
niños, de entre dos a ocho años están desaparecidos. Es necesario que les
cuente que de los niños, los investigadores y los peritos, no sabían nada. La mucama de los Santamarino, se los dijo.
Ellos buscaron
nuevos testimonios entre los residentes del “ Loa Pinares” y en el personal de servicio.
A nosotros nos
visitaron dos agentes de policía, primero hablaron con mi esposo y luego
conmigo. Como a todos los vecinos, la conversación fue individual y tuve que corroborar que los
había visto, alguna vez...
Decidimos con mi
familia que no podemos negar lo que hemos advertido. Sin embargo esa es toda la
información que daremos. No sabemos de ellos nada más.
Los
investigadores nos refutan que no creen que allí vivieran niños. No hay una
pista ni el más mínimo detalle de que
hayan estado. Ni juguetes, ni ropa, ni comida especial, ni nada...
De nuevo la
brisa se levantó entre los pinos y me ha dado un escalofrío. Acabo de encender
el hogar.
Hoy, 15 de
agosto, arrimé leños y los encendí. Estoy quemando los papeles que he leído, y
el sobre de seda con el tulipán bordado, que exhala un aroma a incienso al
quemarse... Si en algo no he sido del todo fiel al contar esta historia, sepan
que estoy muy conmovida y puedo haber confundido lugares y fechas. Sigo sintiendo
frío. Voy a poner más leña al hogar.
Éste es un
secreto que va consumiendo el fuego y se
desvanece entre las chispas._
AMALIA
Re: ORIENTE CLANDESTINO
CREO AMALIA
QUE HAS ESCRITO UNA NOVELA CORTA.
Maravillosa!!!
Un avez más demuestras tu talento...
Se me hace que conoces mucho del tema marroquí.
Saludos felices
Edurne
QUE HAS ESCRITO UNA NOVELA CORTA.
Maravillosa!!!
Un avez más demuestras tu talento...
Se me hace que conoces mucho del tema marroquí.
Saludos felices
Edurne
Edurne- Moderador
- Mensajes : 569
Fecha de inscripción : 04/08/2012
Edad : 44
Localización : Colon Entre Ríos
Re: ORIENTE CLANDESTINO
Edurne escribió:CREO AMALIA
QUE HAS ESCRITO UNA NOVELA CORTA.
Maravillosa!!!
Una vez más demuestras tu talento...
Se me hace que conoces mucho del tema marroquí.
Saludos felices
Edurne
MI QUERIDA EDURNE:
Me lo han dicho.
Muchísimas gracias compañera de letras,
por tu comentario tan generoso.
Amalia
Me lo han dicho.
Muchísimas gracias compañera de letras,
por tu comentario tan generoso.
Amalia
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