ESTABA AHÍ

ESTABA AHÍ

Con sus manos extendidas y gente pasaba
y no le veía. Aunque cerca, muy cerca él estaba
Pero la gente, no le invocaba, no lo buscaba
quizás se creían, que eran historietas falsas
que la gente contaba o narraba.

Siempre ha estado ahí. Parado, esperando
Que crean en él, que nunca se ha ido
que tiende sus manos, para quién este perdido
Más no, la gente se ocupa de las vanas cosas
creyendo encontrar paz o algún aliciente de felicidad

Ha estado ahí, muy cerca de todos
pasan por su lado.
Más, buscan tesoros por los otros lados
viven en su angustia, en sus intereses
viven en lo falso. Son muertos vivientes

Si solo es buscarlo, tan solo invocarlo
para así sentir, que si hay un algo
Es una energía, es la pura luz
es misericordia que llena de gloria
no es una mentira, es solo la verdad
que se puede hallar

Más nadie le busca, muy pocos le invocan
y son consumidos por tantas angustias
por malos momentos de adversidad
nunca tienen tiempo ni para pensar
pues, sus contratiempos le quitan la paz

Se ha escuchado, muchos lo repiten es:
La mala suerte, el hado malvado
que impide que avance, que sufra y me hunda
en el temporal de la adversidad,

Más, ni cuenta se han dado
obvian lo evidente, pasan por su lado
nunca ven sus manos, no invocan su nombre
nunca le han llamado.

Y él, sigue ahí parado. Tan solo esperando
Que algún caminante, perdido, derrotado
Ya casi sin fuerzas, opte por llamarlo
Y el árbol caído y seco, cambiará su estado
Y en verde y frondoso será recordado

Ramón

Dúctil poesia de recorridos amables y de ideas
pensadas entre el juego y el encantamiento
de instantes y personas.

Felicitaciones  por la forma orquestada de toda la obra.

 

Amigo Germán agradecido por tu visita y por dejar huella en el escrito presentado

Se feliz

Amiga Amalia, agradecido de tus palabras, es un honor tu presencia en el tema.

Se feliz

Amiga Ines Marucci, es un placer leer tu opinión, gracias por tu solidaridad y fe en quién no permitio habitar un cuerpo para vivir en este mundo.

Se feliz