Codicia

por Invitado Vie Nov 23, 2012 8:39 pm

Codicia

Dudo entre contar esta historia o no, una vez dicho ya no podré saber que pasará conmigo. Yo soy una simple costurera juro que lo que contaré es verdadero y que el secreto al ser revelado me puede perjudicar.
Yo cocía para una gran señora, cada día gastaba mi vista y mi espalda cociendo y cociendo bajo la luz tenue de una vela...mi señora nunca estaba contenta, pero no me despedía porque los servicios de otras costureras eran muy caros para ella, así que abusaba de mí.
Cuando llegaba la noche y mis dedos agarrotados no podían ni manejar la llave de mi puerta lloraba de dolor y de rabia por mi triste condición.
Un día de camino a la casa de mi señora sobre mi hombro se posó una mariquita yo no soy supersticiosa pero estaba tan desesperada que pedí un deseo...y pedí la magia de un Hada para soportar mi destino, vi como volaba la mariquita y con una triste sonrisa me despedí de ella, mientras llegaba a lo alto de la colina alguien me chistó, volví la cabeza y no creerán lo que vi.
Era un Hada totalmente transparente, quedé aterrorizada pero era tranquila su mirada, así que sin mas esperé que se le ofrecía de mi.
Ella sólo hizo un simple gesto para que la siguiera caminamos por un sendero estrecho, llegamos a un lugar que ahora se que era mágico.
Había cientos de Hadas casi todas hilaban, unas con los hilos de las mas exquisita seda tejían finos paños entretejidos con hilos de oro...su trabajo era tan fino que ni una reina podría lucir una prenda como esas.
Una de las Hadas de acercó a mi y con un gesto hizo que me sentara sobre una bella hamaca...me miró las manos gastadas de tanto trabajo y me dijo
Mujer te ofrezco un trato, tú has de vender estos ropajes, no queremos dinero, aquí no hace falta...solo deseamos que a cambio hables con el bello Andrés, un joven noble de la aldea una de mis Hadas le ama, pero el sólo tiene ojos para Raquel su prometida, debes llevarle este bello vestido a Raquel como ofrenda de un caballero de un reino lejano.
Miré el vestido, mis ojos despavoridos no lo podían creer, era todo bordado con pedrería pero no simples fantasías, sino exquisitos brillantes, rubíes y cuanta piedra preciosa pueda haber.
Con algo de timidez pregunté como hacer para llevar ese vestido tan valioso sin sufrir un robo, me dijeron que no habría peligro porque sería escoltada por unos cuantos Elfos y Gnomos.
Acepté y presurosa me fui a la casa de Raquel ,con mis mejores deseos le ofrecí el majestuoso vestido ,de parte de el noble caballero de un lejano país ,ella fascinada por tanta riqueza dijo ,dime ya sierva donde he de encontrar al caballero ...yo le dije sólo sígueme.
Ella presta siguió mis pasos, llegamos al lugar encantado, fue recibida por un cortejo de bellas Hadas.
Nunca mas supe de ella ,pero de Adrián supe que la buscaba ...le dije señor ella se fue con otro ,tengo un recado para ti señor, eran unas misivas de la Hada enamorada ,como era de esperar estaba espolvoreada de polvos mágicos ,el al leer quedó prendado y me dijo ...rápido sierva llevadme con ella ...el me siguió por fin llegamos y la vio las mas bella de las Hadas cayó rendido a sus pies ,tan enamorado que no dudo ni un momento en ser su esposo ,el esposo de un Hada .
Pasaron años felices mientras tanto yo tenía mi recompensa .Pero un día bello y soleado el joven se fue de caza ,llegó a un monte escarpado y paró a descansar ,entre las malezas vio una cueva entro en ella y cual fue su asombro ,cuando vio a la dulce Raquel durmiendo el sueño de las Hadas ,fría ,inmovilizada el no podía hacer nada tal fue su desespero que olvidó su matrimonio con el Hada ...llevó a Raquel a la aldea ,busco al médico ,pero este le dijo :”nada se puede hacer ella duerme una clase rara de sueño” .
Adrián volvió con las Hadas y rogó que le dieran el remedio para despertar a Raquel.
Las Hadas le dijeron que eso no era posible porque ella había quedado suspendida con sus jóvenes años.
El en cambio sólo se veía joven por el encantamiento, pero los años habían pasado para el.
El dijo que eso no tenía importancia y que despertaran a Raquel, así fue....pero en el mismo instante que ella despertaba, el se hizo un anciano pero tan viejito que Raquel ni reconoció, ella en ese momento solo pensaba que iba de camino a ver a un noble caballero enfundada en su rico vestido, despareció por el bosque, el no pudo resistir el golpe de lo visto y murió apenado.
Mientras tanto las Hadas siguen hilando y cantando.
Cuando la codicia te supere nunca intentes hacer trato con las Hadas, porque saldrás perdiendo.

Nora Noemí Zeliz Pirillo

©Noemí_Alas

por **Amalia Lateano** Mar Nov 27, 2012 1:18 pm

MI querida NOEMÍ!!!

Bellísimo cuento
Te mando un abrazo

y mi admiración por
esta obra
tan bien hecha.

Amalia

Codicia

Codicia

Re: Codicia