Los nombres no olvidados.
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Los nombres no olvidados.
Un laberinto de rectangulares formas
-pequeñas, medianas y grandes-
se cruzaban tan frías ante mi vista.
No estaban juntas.
Estaban cercas unas de las otras,
de a tres, de a cuatro, de a cinco.
Nunca solas.
Entre los grupos, recostados de cementos
vi que se abrían pasillos.
Y proyectaban sombras.
Unas en otras.
Me rodeaban seres llorosos y compungidos.
Mujeres, niños y hombres
de reservado rostro.
El silencio era un latigazo en la cara
a la altura de los ojos.
Caminé entre los monumentos y me acerqué
para leer las inscripciones.
Cada una tenía los nombres de una familia.
Labradas en metales cobrizos
se leían nombres,
apellidos y apelativos.
No había flores.
No había preguntas.
No había respuestas.
Solo el silencio.
Se escuchaba el latido de corazones ausentes.
De risas olvidadas.
De rostros desdibujados.
En el mediodía el tiempo se ha detenido.
Se ha enquistado la oscuridad
Se ha hecho noche en las piedras.
No se puede estar allí por mucho tiempo.
No se puede olvidar el pasado,
No se ha de olvidar el genocidio.
Para poder salir pasé mi mano por una tumba y
y dejé una caricia en el el cemento.
-pequeñas, medianas y grandes-
se cruzaban tan frías ante mi vista.
No estaban juntas.
Estaban cercas unas de las otras,
de a tres, de a cuatro, de a cinco.
Nunca solas.
Entre los grupos, recostados de cementos
vi que se abrían pasillos.
Y proyectaban sombras.
Unas en otras.
Me rodeaban seres llorosos y compungidos.
Mujeres, niños y hombres
de reservado rostro.
El silencio era un latigazo en la cara
a la altura de los ojos.
Caminé entre los monumentos y me acerqué
para leer las inscripciones.
Cada una tenía los nombres de una familia.
Labradas en metales cobrizos
se leían nombres,
apellidos y apelativos.
No había flores.
No había preguntas.
No había respuestas.
Solo el silencio.
Se escuchaba el latido de corazones ausentes.
De risas olvidadas.
De rostros desdibujados.
En el mediodía el tiempo se ha detenido.
Se ha enquistado la oscuridad
Se ha hecho noche en las piedras.
No se puede estar allí por mucho tiempo.
No se puede olvidar el pasado,
No se ha de olvidar el genocidio.
Para poder salir pasé mi mano por una tumba y
y dejé una caricia en el el cemento.
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