1 ANABASIS

1 ANABASIS

- Me gusta escribir, para salir un momento y poder preguntar. Mientras escribo, no me reconozco y parece como si solo leyera lo que ya estaba escrito. Así, mientras escribo lo que leo; puedo como hacer preguntas y escuchar mis respuestas.
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- - Tus respuestas?... . ¿Acaso no conoces tus propias respuestas?.

- ¡Te diré que “NÒ!", pues no conozco las preguntas hasta el momento en que me las hacen.

- - No te voy a discutir esa cuestión, pues a veces, sin escribir, a mí... también me surgen preguntas.

- Bingo!... (perdóname la vulgaridad de tal expresión). En algo teníamos que coincidir tú y Yo.

- - No me asustes!, No repitas eso de tú y Yo. Pues nunca; que yo sepa, tuvimos doble personalidad y, además; no me faltes al respeto y trátame con letras "Versales".

- ¡Cierto!, no tenemos doble personalidad, aunque desconozco quien utiliza el ordenador y a dónde vas cuando me duermo, incluso... cuando me distraigo. Pero yo dije "me las hacen" y Tú, dijiste "Te surgen". ¿Acaso eres un surtidor expulsado de alguna parte por preguntas?

--No me gastes bromas amigo, me entendiste perfectamente, quiero decir que "me vienen".

- ¿Te vienen de Ti mismo? esas preguntas.... o te vienen de alguna parte. ¿No será?.. que llamas "preguntas" a lo que mejor deberíamos decirle "preocupaciones".

- - No empecemos a complicarnos con tus palabras. Me entendiste perfectamente. No estoy "ocupado previamente", me ocupan después... llamémoslas pues inquietudes.

- ¿Inquietudes?... que inquietudes amigo. ¿Inquietudes temporales de la vida o inquietudes trascendentales... y porqué no te ocupaban previamente?, no las tenías?, No te las habías planteado. ¿Te vienen de repente?... Acaso te "surgió un problema"?. Si es así, no puedo ayudarte, sobre todo si es de índole económica pues somos la misma persona y será idéntico el problema, así que no me interrumpas más y déjame iniciar... que yo solamente trataba de escribir... a donde me lleve.

- - Nó!, no somos la misma persona. Que somos dos personas distintas. Tu ere el cuerpo y "Yo" soy el alma... ¡Ya sabes...Yo soy espiritual y nunca tuve inquietudes hasta que viniste a ocuparme; pero ¡inicia!, inicia ese escrito.

- Je je je!... Muy bueno Alma!, muy bueno!. Que yo no veo "espíritus"... y los seres de la tierra, no son seres virtuales o espirituales, son seres reales y verdaderos. Además, no soy ningún "ocupa" pues solamente estoy de paso. Cuando nos instruyan, y si me lo planteas más tangible y razonable, discutiremos ese tema...  Gracias por dejarme seguir.

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Existen tres islas, al norte de Italia, al Pie del Monte, muy cerca de los Alpes. Forman un pequeño archipiélago, dentro del lago Mayor. Se las conoce entre otros nombres por Las Islas Borromeas.



En los jardines de la Bella, un buen trabajo de boj, dibujaba la figura de tres aros entrelazados. Reconocí en ella un anillo de plata, que hace tiempo tiene Luisa mi mujer.

Cuando volvimos a casa, busqué el anillo, y lo contemplé con detalle. Es anillo compuesto, está formado por otros tres, los tres entrelazados, pero me había engañado mi memoria, La memoria visual es muy frágil y aunque es muy eficaz para reconocer lo que ya hemos visto en otra ocasión, nos resulta imposible describirlo con detalle e incluso dibujarlo.
Pero estaba engañado

Encontré también en un libro, la figura de tal anillo. Se conoce con el nombre de "los tres anillos Borromeos". Me llamó mucho la atención el nombre y el número tres. Las tres Islas Borromeas y los tres Anillos Borromeos.

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Estos tres anillos, tienen curiosa propiedad. Cualquiera de ellos que rompas, dejará sueltos los otros dos; pudiendo observarse que esos dos están totalmente sueltos. No están pues entrelazados, es decir no forman eslabón. Están pues los tres unidos, por una curiosa propiedad. Ninguno es eslabón de ninguno, pero permanecen fielmente unidos, de tal forma que no se puede extraer de los tres ninguno.

También las tres islas están unidas, por curiosa propiedad, un mismo lago las guarda dentro del perímetro de su ribera. Ninguna se puede pues separar, a no ser desecando o dividiendo el lago.

Como estaba ocioso de tiempo, me dejé llevar hacia donde aquello me podría conducir. Busqué a los Borromeos y encontré que entre dos de ellos, uno fue santo y a la vez secretario de su tío que formo parte de la larga lista de los Papas, que rigieron nuestra iglesia. Entendía que en aquella época, Hubo un concilio, el de Trento. Busqué el lugar, Tridentino y de nuevo el número tres y me dije, PARECE QUE ENCUENTRO UN CAMINO. voy a estudiar sobre tal concilio, tal vez allí SE HABLO DE LA TRINIDAD, pero estaba equivocado.

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- - Crucificaron a tres y. Al del medio con tres clavos. que los otros eran ladrones y les cortaron las manos. De los dos ladrones, a uno lo perdonó Dios.

- ¿Tu de nuevo? ¿Cómo sabes que no perdonó a los dos?, pues ante la muerte todos están arrepentidos.

- - No amigo, no lo perdonó por arrepentimiento, que Dios no se arrepiente, lo perdonó por amor.

- Acaso se le declaró a Dios, le dijo que lo amaba, ¿se lo creyó Dios?.

- - No amigo hablamos de la compasión, como los lamas. Se compadeció del del medio, pues sabía que sufría muy duro y no era ningún ladrón, pero además ese del medio le rezó a Dios.

(Para ser Continuado)