LA VELETA- Décimas pasota para seguir:

A solas la letanía
con voz cansada expresaba:
su pena que lo abrasaba
en aquella noche fría.
Era que bien lo sabía,
no puede cansarse en llanto
porque habrá sufrido tanto,
con esa tristeza lerda
que a veces ni la recuerda.
Y se le da por el canto.-

En tres días la liquido
así pensaba el banquero
para hacerme un agujero...
Sé que nunca tendrá olvido.
Con mi trabajo sufrido
emprenderé la tarea
aunque parezca muy fea:
cumplir las obligaciones.
Impuestas por el gobierno.
No hay respiro en la faena.-

Con la mujer del sargento
encontraron al ladino,
que se escondía muy fino
por detrás de su portento
perro guardián, al momento.
Salto y ladró con fiereza.
El susto lo descabeza.
Se miró los pantalones.
Pensó : serían jirones.
Y se cayó de cabeza.-

Nada en qué clavar un diente,
así estan los pobres niños,
que los amparan cariños,
en el salón reluciente.
Con el corazón ardiente
sufren el frío en sus ranchos.
Mientras los ricos caranchos
se comen hasta la espina.
Andan pidiendo en la esquina:
comen basura de chanchos.

¿Cómo llenaran sus picos?
si se curan de sus males.
Siempre se dan como tales
para aguantar sus pericos
que parecen angelicos.
Se pierden en su locura
con total mala soltura.
Es poco lo que les doy
mi paciencia y lo que soy.
Mas no aseguro la cura.