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La memoria rota.
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La memoria rota.
La memoria rota.
La memoria no es viento, llora
grita y me reclama, la mano asentidora
Lejos lloran mis estrellas lejanas
aún me recuerdan y no solo la niña.
La mujer joven que fue luchando por la vida
Vi los cuerpos sin vida, amamante hijos
mientras no sabía de los míos propios.
Muchos acomodaron su vida, ¡olvidaron!
Algunos hemos quedado atrapados por viejos
fantasmas que claman y amenazan en las noches
heladas ,con viento brutal ,la tramontana rompe
ramas ,se lleva tejados ,se lleva mi último suspiro.
Solo soy un número sin sentido, un grito ahogado
un vientre rugoso que acaba de parir ,mis pechos
se quejan de tanto alimento que dar, entonces llega
el llanto de un bebe ,sé que tiene hambre ,no sé …
No sé donde estoy y nadie sabe nada, ninguno habla
a empujones me llevan a una especie de cueva.
Carnecita tierna se prende de mi pecho con ansias
entonces recuerdo las estrellas que se ven desde la
ventana de mis viejitos y lloro ,sonrío al bebe y le prometo
la vida y la libertad ,...días después se lo llevaron ,no sé.
No puedo saber donde, solo sé que su madre murió...
No entiendo nada, no comprendo este horror, si solo soy
una joven madre y no sé donde estoy ,...papá ,papá ven a buscarme.
Nora Noemí Zeliz Pirillo
©Noemí_Alas
Safe Creative: 1304014877047
En mí país no solo raptaron a jóvenes idealistas, o simplemente terroristas, algunos como en mi juventud éramos Testigos de Jehová.
Nadie se preocupó por la desaparición de ellos, eran unos locos fanáticos, pero solo eran creyentes no fundamentalistas.
Por ellos y porque lo fui yo, por ellos que esperan la resurrección.
La memoria no es viento, llora
grita y me reclama, la mano asentidora
Lejos lloran mis estrellas lejanas
aún me recuerdan y no solo la niña.
La mujer joven que fue luchando por la vida
Vi los cuerpos sin vida, amamante hijos
mientras no sabía de los míos propios.
Muchos acomodaron su vida, ¡olvidaron!
Algunos hemos quedado atrapados por viejos
fantasmas que claman y amenazan en las noches
heladas ,con viento brutal ,la tramontana rompe
ramas ,se lleva tejados ,se lleva mi último suspiro.
Solo soy un número sin sentido, un grito ahogado
un vientre rugoso que acaba de parir ,mis pechos
se quejan de tanto alimento que dar, entonces llega
el llanto de un bebe ,sé que tiene hambre ,no sé …
No sé donde estoy y nadie sabe nada, ninguno habla
a empujones me llevan a una especie de cueva.
Carnecita tierna se prende de mi pecho con ansias
entonces recuerdo las estrellas que se ven desde la
ventana de mis viejitos y lloro ,sonrío al bebe y le prometo
la vida y la libertad ,...días después se lo llevaron ,no sé.
No puedo saber donde, solo sé que su madre murió...
No entiendo nada, no comprendo este horror, si solo soy
una joven madre y no sé donde estoy ,...papá ,papá ven a buscarme.
Nora Noemí Zeliz Pirillo
©Noemí_Alas
Safe Creative: 1304014877047
En mí país no solo raptaron a jóvenes idealistas, o simplemente terroristas, algunos como en mi juventud éramos Testigos de Jehová.
Nadie se preocupó por la desaparición de ellos, eran unos locos fanáticos, pero solo eran creyentes no fundamentalistas.
Por ellos y porque lo fui yo, por ellos que esperan la resurrección.
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